… Crecí comiendo lo que nos daba el huerto de nuestra casa. Me fascinaba todo el proceso de la comida, desde la plantación hasta el momento en que iba a recogerla. Tal vez por eso, desde muy temprana edad, me interesó mucho la comida, el por qué comemos lo que comemos y el respeto a lo que nos ofrece la naturaleza.
Alrededor de mis 17 años decidí que ser nutricionista era mi camino. Alrededor de esa edad, también tuve algunos problemas digestivos, que se controlaron a tiempo, porque en ese momento me di cuenta de que mi cuerpo no aceptaba los alimentos como solía hacerlo. La conciencia de la sostenibilidad de los alimentos, que me acompañó desde una edad temprana, se asentó durante la carrera, por lo que me convertí en vegetariana mientras aún era estudiante.